En Ita entendemos la obesidad como una realidad amplia y compleja que, a menudo, se asocia con problemas emocionales y relacionales. Entendemos que la obesidad responde, en muchos casos, a la dificultad de canalizar el malestar psicológico a través de la comida.

Por este motivo el tratamiento de Ita va más allá de los cambios en las pautas nutricionales y el abordaje físico. Contamos con un plan de intervención que busca romper la cadena de conductas que hasta el momento han favorecido el problema y aborda la dinámica de vida del paciente en su totalidad.

Para ello combinamos el tratamiento médico-nutricional más avanzado con una intervención psicológica eficaz. Trabajamos las emociones y capacitamos a la persona para diferenciar la ingesta emocional de la ingesta nutricional.

Nuestra intervención no solo persigue la pérdida de peso, sino que nuestro objetivo es la mejora del bienestar emocional, asegurando así el mantenimiento del peso perdido.